Residencias geriátricas: consejos de limpieza y desinfección para la población de riesgo

protocolo de limpieza en residencias

Residencias geriátricas: consejos de limpieza y desinfección para la población de riesgo

Los mayores de 60 años tienen mayor prevalencia de enfermedades crónicas, por lo que es primordial contar con protocolos de limpieza en residencias geriátricas.

Las familias de residentes esperan que sus seres queridos reciban un trato digno y agradable al dejar su cuidado a este tipo de instituciones. Siendo el protocolo de limpieza en una residencia geriátrica un indicativo fácilmente detectable a simple vista, es necesario que cada hogar desarrolle uno adaptado a sus condiciones.

En muchas oportunidades se dificulta el cumplimiento de las medidas de higiene personal indicadas para prevenir contagios, especialmente para quienes presentan disminución de las capacidades motrices y sensoriales, complementadas en algunos casos al deterioro cognitivo. Además los adultos mayores son mucho más vulnerables a sufrir accidentes por caídas en sus desplazamientos, o ingestión de productos tóxicos que pueden confundir con bebidas o medicamentos, información que se debe tener siempre presente al hacer la desinfección en una residencia. 

El deterioro del sistema inmunológico, unido a sus problemas particulares de salud, exige una desinfección y desinsectación en residencias de ancianos continua.  Esta no sólo debe ser de los espacios y superficies, sino también del aire contenido en ambientes cerrados, para evitar contaminaciones cruzadas e infecciones por virus transmitidos por vía aérea, que puedan agravar la salud de muchos de los residentes.

El protocolo de limpieza de una residencia es distinto a los empleados en otros lugares ya que hay elementos poco comunes como pueden ser camas con barandillas de sujeción anticaídas, grúas para levantar a los residentes paralizados, colchones antiescaras, sillas de ruedas, andadores y asientos para duchas.

¿Qué elementos son necesarios para la desinfección en residencias de ancianos?

Es necesario que el personal cuente con todos los elementos de desinfección en una residencia de ancianos a la hora de comenzar con la limpieza, algunos de ellos son:

  • Cubos con doble cubeta para los suelos, conteniendo uno de los depósitos de agua con productos para desinfectar y la otra cubeta llena sólo con agua para aclarar.
  • Mopas, estropajos y esponjas son indispensables para realizar cada desinfección en residencias, junto con los guantes.
  • Máquinas aspiradoras para eliminar el polvo de tapicerías y tejidos.
  • Bolsas de basura, para reponer los contenedores de residuos y papeleras.
  • Bacteriostáticos, que son equipos instalados en los inodoros que ayudan a preservar la limpieza y desinfección con cada descarga.
  • Equipos generadores de ozono, que eliminan las partículas nocivas en suspensión aumentando la cantidad de oxígeno presente en espacios cerrados y sirve para eliminar los malos olores.
  • Dosificadores de jabón, para eliminar la flora residente de las manos con desinfección.

Protocolo de limpieza en residencias de ancianos

A la hora de limpiar los geriátricos es necesario hacerlo de la manera adecuada. Es primordial elaborar un protocolo de limpieza en residencias, coincidiendo con los cambios de estaciones frías y cálidas. Además el personal que realiza la limpieza y desinfección en habitaciones y baños en residencias no sólo debe conocer a la perfección las tareas, productos y horarios, sino que debe de recibir cursos de sensibilización sobre el tipo de usuarios que conviven en estas instalaciones.

La limpieza de los suelos siempre se debe hacer con aspiradora, o en húmedo,  utilizando el cubo de doble cubeta y una mopa, para evitar que el polvo se vuelva a levantar. No usar limpieza seca como plumeros y escobas que levantan polvos, ni técnica de baldeo. Semanalmente hay que realizar una limpieza a fondo de la cocina, comedor, salones y gimnasio incluyendo paredes, techos y resto de instalaciones.

La limpieza de los sanitarios se debe realizar por dentro y por fuera, no olvidando los desagües o ranuras de seguridad. Además es necesario limpiar los azulejos de los baños y vaciar los contenedores higiénicos. Los elementos de desinfección empleados deben ser exclusivos para esta labor. También es muy recomendable la instalación en los sanitarios de bacteriostáticos, que proyectan una carga de producto bactericida cada vez que se descarga el agua del inodoro, garantizando una correcta desinfección de éste siempre que sea utilizado.

Diariamente hay que realizar una limpieza total de las habitaciones, ventilando durante unos diez minutos. La ropa de cama se debe reponer cada tres días, siempre que no se produzca algún tipo de episodio que requiera una reposición inmediata. No hay que sacudirlas ni tirarlas al piso, hay que colocarlas en la bolsa, en la que será transportada hasta el lavadero. Si la ropa de cama tuviera orina u otros líquidos, evitar derramarlo.

También es importante el adecuado lavado de manos con agua y jabón, antes y después de estar en contacto con cada persona mayor. El lavado debe durar 20 segundos y el jabón debe hacer espuma. Es necesario el uso de toallas descartables a la hora de secarse las manos.

Si lo que estás buscando es contratar una empresa para que ser encargue de la limpieza y desinfección de la residencia lo recomendable es solicitar presupuesto, a tres empresas diferentes como mínimo. Así te puedes hacer una idea los precios de la zona. Lo imprescindible es que detallen el servicio que que ofrecen, horarios, cuanto personal disponen, los productos y maquinarias que disponen.

Recomendaciones para un eficaz programa de limpieza y desinfección en residencias

Algunas medidas a tener en cuenta en los centros geriátricos para complementar a la limpieza y desinfección de sus espacios son:

  • Ventilación de todos los ambientes dos veces por día.
  • Instalar dispensadores de alcohol en gel para los residentes.
  • Limpiar y desinfectar las superficies de las habitaciones, salas, cocinas, baños y otros, incluyendo paredes hasta 1,60 metros.
  • Limpiar y desinfectar con mayor frecuencia las superficies muy tocadas como picaportes, barandas de la cama y mesa de luz.
  • Colocar carteles informativos, en lugares visibles de la institución, sobre el lavado de manos.
  • Elaborar una hoja de registro de limpieza y desinfección de la residencia.
  • Limitar el uso de las zonas comunes para disminuir la interacción entre los residentes. La utilización de estos espacios puede organizarse por turnos, con una limpieza profunda de las superficies de contacto al finalizar cada turno.
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